Rincones

Rincones Medievales

Algunos rincones de Castilla y León conservan el recuerdo de su pasado más lejano impregnado en sus calles, muros y fachadas. Rincones en los que parece que el tiempo se detuvo hace siglos cuando labriegos, pillos, sacamuelas, juglares, nobles, curas y plebeyas habitaban tales villas. Viajar allí es viajar en el tiempo, disfrutar del encanto de lo más auténtico y pasar un fin de semana de lo más inolvidable.

Te presentamos lugares de estilo medieval, a los que puedes acceder desde Sardón de Duero.

1. Cuéllar (Segovia) (32 km)

 

La dilatada historia de Cuéllar y sus tradiciones y patrimonio quedan hoy expuestos a los visitantes que decidan acercarse a disfrutarlos, como por ejemplo los que siguen:  Recorrido por el entramado de Cuéllar, declarado Conjunto Histórico-Artístico, Plaza Mayor, visita al Castillo de Cuéllar, declarado Monumento Nacional, fortaleza construida en la Edad Media, perímetro amurallado de la localidad. Iglesia de San Andrés, templo que data del siglo XIII, declarado Bien de Interés Cultural,  Iglesia del Salvador, también erigida durante el siglo XIII.

En sus calles y casas convivieron pacíficamente las tres religiones: cristianismo, islamismo y judaismo.

Su Castillo presenta, desde Febrero, visitas teatralizadas. Otras actividades: encierros, romerías…

En su proximidad, se encuentra la Senda de los pescadores. Acceso pora AUTOVIA A-601, dirección a Segovia, tomando la salida nº 57. Se accede al río Cega por debajo del puente de la autovia, y en el antiguo puente de la vieja carretera podemos aparcar y empezar la senda andando junto al Cega.

Todo el recorrido está señalizado, y en los diferentes tramos se puede volver por el pinar al punto inicial.

Imágenes de Cuéllar.

2. Arévalo (Ávila) ( a 82 km)

 

Arévalo es la capital de la comarca de la Moraña, en Ávila. Ha sido sede de las Edades del Hombre y es famosa por sus calles empedradas, plazas porticadas y como no, su cochinillo asado. Merece la pena visitar su castillo, fortificación del siglo XV, donde se encuentra el Museo de los cereales y la recreación de cómo eran algunas de sus salas en la Edad Media.

Además del encanto de sus calles y plazas, y para empaparnos más de su historia a finales de julio la localidad de Arévalo celebra su tradicional mercado medieval y durante todo el verano puedes vivir las recreaciones históricas y visitas teatralizadas que sirven de ruta turística por toda la localidad.

Imágenes de Arévalo.

 

3. Frias, (Burgos) (a 226 km)

 

Enclavada sobre un montículo de gran elevación, Frías es una de las ciudades medievales con más encanto del país, sin duda. Sus fachadas de adobe, piedra y entramado de madera son una maravilla. Merece la pena recorrer sus calles, estrechas y elevadas para llegar al castillo desde donde se divisan las Merindades, tierras verdes y agrestes, de gran belleza y exuberante naturaleza.

Imágenes de Frías.

 

4. Covarrubias (Burgos) (132 km)

 

No demasiado lejos de Frías se encuentra Covarrubias, una pequeña localidad bañada por el río Arlanza que aún conserva buena parte de su patrimonio medieval. De hecho, hay muy pocos monumentos en el mundo que se conserven en perfecto estado con más de 1.000 años de antigüedad, y uno de ellos está en Covarrubias, el Torreón de Doña Urraca. Llena de leyendas e historias, Covarrubias tiene un encanto muy especial. Merece la pena caminar por sus calles y descubrir cómo se han conservado las fachadas medievales de algunas casas, con entramado de madera y adobe cubierto de cal.

Imágenes de Covarrubias.

 

5. La Alberca (Salamanca) (234 km)

 

En la Sierra de Francia (Salamanca) se encuentra la Alberca, una preciosa localidad que conserva en perfectas condiciones su arquitectura tradicional, su iglesia en piedra y hasta el rollo donde se ajusticiaba al personal. Por su situación de montaña, un tanto aislada en el pasado, la Alberca mantiene tradiciones y costumbres únicas cuyo origen se remonta en muchos casos al medievo.

En la zona se encuentran importantes lugares turísticos como: Mogarraz, Miranda del Castañar,  Béjar, Candelario, Hervás…

Imágenes de La Alberca.

 

6. Pedraza (Segovia) (98 km)

 

Pedraza apenas ha cambiado desde hace más de ocho siglos, de hecho y gracias a una orden urbanística del propio pueblo, no se puede construir o rehabilitar una casa allí si no se sigue el estilo tradicional. El encanto de la localidad atrae a cientos de turistas durante todo el año. Especialmente en verano, cuando se celebran los conciertos de las velas, días en los que se apaga el alumbrado público y se ilumina toda la localidad con velas, ofreciendo conciertos de música clásica en su plaza mayor.

Es recomendable visitar su castillo y cárcel medieval de la villa, donde te contarán qué hacía el verdugo con los encarcelados.

Imágenes de Pedraza.

 

7. Sepúlveda (Segovia) (85 km)

 

 

Sepúlveda recuerda la importancia de la villa para la historia de Castilla y León. En el Museo de los Fueros podrás ver cómo se constituyeron los usos y derechos de Sepúlveda y comarca. Merece la pena callejear por esta localidad segoviana, visitar sus iglesias, su plaza porticada y acercarse a la muralla que además es mirador, desde donde se contempla el impresionante valle que recorre el río Duratón.

Imágenes de Sepúlveda.

 

8. Calatañazor (Soria)

 

Durante mucho tiempo Calatañazor se mantuvo inmutable al paso del tiempo. Allí, sobre la atalaya natural que conforma el río Milanos a su paso por tierras sorianas, se dio un tipo de arquitectura muy singular que aún se conserva. Destacan sus chimeneas y el color ocre de la piedra que cubre sus fachadas. Verdaderamente parece que no hubiera pasado el tiempo en Calatañazor. En la zona se encuentran majestuosos ejemplares de viejas sabinas.

En sus cercanías se encuentra el lugar de la Fuentona

Imágenes de Calatañazor.

Imágenes de la Fuentona.

 

9. Castrillo de los Polvazares (León) (204 km)

 

A muy pocos kilómetros de Astorga se encuentra Castrillo de los Polvazares, una pequeña localidad donde se ha conservado de maravilla la arquitectura popular tradicional con fachadas de piedra y curioso: las puertas de madera pintadas en verde. todas las calles están empedradas, algunas de ellas formando dibujos en el suelo. A su lado pasa un río con un puente (al parecer romano). Bien merece la pena visitarlo y si es la hora de comer, no te marches de largo, este pequeño pueblo sirve los mejores cocidos maragatos del mundo.

En  pleno Camino de Santiago.

Imágenes de Castrillo de los Polvazares.

 

10. Puebla de Sanabria (Zamora) (226 km)

Puebla de Sanabria, como cualquier villa medieval que se precie, cuenta con su castillo. Es visitable y en él encontrarás distintas habitaciones recreadas en el medievo, varias armaduras y una exposición muy interesante sobre el lobo y la importancia de este animal en la Sierra de la Culebra, a pocos kilómetros de Puebla de Sanabria. Muy cerca el lago de Sanabria, donde se puede pasear, bañarse e incluso practicar deportes acuáticos.

En la zona se encuentra el lago de Sanabria, de origen glacial.

En su proximidad se encuentra el Bosque de Tejedelo, con enormes, misteriosos y milenarios tejos.